No hay productos en el carrito.
Este año se ha celebrado la 3ª edición del Village de Chefs en Vietnam donde nos hemos concentrado chefs franceses que vivimos fuera de nuestro país que preparamos varios eventos durante nuestra estancia. El Village de Chefs es una asociación a la que estoy vinculado, por mi origen, desde hace unos cuantos años. Gracias a los beneficios que obtenemos de estos eventos recuperamos fondos con el fin de poder editar libros, pagar los gastos del viaje y las estancias de los chefs, entre otras cosas.
Celebramos el encuentro en el consulado francés de Hanoi donde los 21 chefs preparamos un aperitivo para dar a conocer nuestra asociación y los productos de los países en los que residimos actualmente. Con las ganancias de este evento dimos un cheque de 1.500 dólares a una escuela de cocina de niños desfavorecidos y a la mejor estudiante de cocina a quien se le pagó para el año que viene el viaje y la estancia para el próximo evento en Bruselas. Este año tuvimos al estudiante de la edición anterior de Sarasota (Florida).
Pasamos 10 días preparando varias comidas, cenas y cócteles. Comenzamos cocinando en el Sofitel Plaza de Hanoi un ‘a 8 mano’s: el chef de la Isla Trinidad Pierre Yves le Bihan; Onie Buger de San Francisco; el pastelero de New york Eric Bedoucha y como jefe de cocina teníamos a nuestro compañero Mathieu Taussac, chef en Japón. Junto a nuestros ayudantes de Vietnam se preparó una cena para 45 personas.
Durante los días siguientes cociné con los 21 chefs en un cóctel y después me marché al sur de Vietnam, al Hotel Victoria de Hoi an, para elaborar un brunch para 90 personas junto a mi padrino, chef del mismo hotel, David Lacroix (para poder entrar en la asociación es obligatorio tener padrino), con el chef japonés Taussac y el chef de Amsterdam Jean Joel Bonsens.
Viajé desde Menorca con el queso típico menorquín, la sobrasada, botifarró blanc, gin y ensaimada. Quería mostrar los productos en su estado natural porque los encuentro fantásticos sin tratarlos. Aunque finalmente les hice unas croquetas de botifarró blanc que se terminaron enseguida. Me gusta y utilizo productos menorquines a diario pero es una mezcla de la cocina francesa con toques isleños; mi cocina sigue con ese toque francés. Mi tierra es mi tierra aunque me siento como en casa en Menorca. En resumen, por qué hacer una quiche Lorraine con emental si tengo un queso de Menorca fabuloso.
Lo bueno de viajar entre chefs es compartir recetas, las discusiones alrededor de la mesa son experiencias. A mi nunca me ha importado compartir recetas, creo que es muy bueno para la riqueza culinaria de cada uno de los chefs. Pero también es importante la transmisión de esas recetas para las futuras generaciones; el lema de la asociación de Village de Chefs es compartir, transmitir y pasión. Si los viajes ya ofrecen una buena experiencia para cualquiera, viajar por la razón que más te gusta – como es para mi la gastronomía- todavía es mejor y disfrutas más aprendiendo. De esta manera conoces ingredientes nuevos, técnicas, mezclas de sabores… Un sinfín de cultura y tradición de toda la gente del país que visitas.
Tras la experiencia vivida me ha sorprendido el buen rollo que hubo entre todos nosotros (no es fácil tener 21 gallos en un gallinero). Porque cada uno tiene su nivel de formación, gente que se ha formado con chefs de 2 o 3 estrellas, otros que hacen televisión, otros chefs de grandes cadenas de hotel, otros como yo autónomos, etc. pero al final no hay diferencia porque ¡a todos nos gusta cocinar!
Fue una experiencia fantástica con algunos chefs que ya conocía, ya que cada año me suelo escapar a visitar uno de sus locales y viajo donde están instalados. Estos últimos años estuve en Marruecos, Portugal, Holanda, Bélgica y Dinamarca. Tras descubrir la cocina de cada uno de ellos estoy impaciente por ir al próximo evento o porqué no, hacer algo con algunos de ellos en Menorca.
