Una noche en el museo

Los hidden kitchen de Chefs(in) tienen una peculiaridad que para nosotros es, sobre todo un reto: buscar un sitio especial, diferente, único… y no repetirlo…. para que 20 personas puedan disfrutar de una experiencia muy especial: cenar en un lugar secreto con los mejores chefs de las islas. Un evento exclusivo que esta vez repetimos al día siguiente, con el compromiso cómplice del primer grupo de guardarnos el secreto.

Cuando llegaron los comensales descubrieron nuestra cocina escondida en un museo que muy pocos de ellos conocían: el Centro de Arte Contemporáneo CCA Andratx, uno de los más grandes de Europa, fundado en 2001 por Jacob y Patricia Asbaek, de amplias y diáfanas galerías y al que acuden artistas de todo el mundo para residir, crear y compartir sus creaciones.

Nos gustó este lugar nada más verlo, porque en Chefs(in) estamos convencidos de que la gastronomía también tiene una gran vertiente artística y creativa. Los chefs Tomeu Caldentey (Es Molí den Bou, 1 Estrella Michelin) y Víctor García (La Fortaleza, Hotel Caprocat) lo demostraron ofreciendo un menú degustación pensado al mínimo detalle, en el que las creaciones de ambos combinaron y se entendieron, desde los aperitivos a los postres, con sabores y texturas sorprendentes.

Dos chefs, dos equipos, dos cocinas completas que montó Elecco Kitchen en el mismo patio del CCA para que los comensales pudieran ver en vivo cómo se preparan los platos, aunque los chefs y sus equipos llevaran varias horas de trabajo previo.

La minuta desgranaba los platos sin retóricas literarias, porque los chefs no quieren llevarles a engaño: mejillones en escabeche, serrano imperial con salsa romescu o caracoles a la mallorquina propuestas de Víctor García; tomate y bacalao, gamba a la sal de algas o canelón 2001 de Tomeu Caldentey. No es el nombre. Es la manera de pensar, crear, cocinar y presentar cada uno de estos platos lo que les hace únicos y especiales.

El vino fue una selección de Highland Gold Mallorca para esta ocasión, destacando por su sabor pero también por su vertiente solidaria, el blanco y el negro de Tianna Negre 50 Cèntims, DO Binissalem.

El final de una gran noche lo puso Rafa Martín que regaló a los comensales su manual del gintonic perfecto. Nada que objetar a un barman que logró la medalla de bronce en una pugna mundial. Por eso, a partir de ahora, no escanciaremos la tónica y vigilaremos especialmente la calidad y cantidad de los cubitos de hielo.