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Michelle Obama ha estado en Mallorca para pasar unos días de vacaciones invitada por el exembajador de los Estados Unidos James Costos y su marido, el diseñador de interiores Michael Smith. Ambos la han llevado a conocer «algunas de las cosas especiales que amamos de la bella isla de Mallorca», en palabras de Costos, y entre esas cosas no podía faltar la gastronomía.
La esposa del expresidente de Estados Unidos Barack Obama ha tenido la oportunidad de sumergirse en la gastronomía mallorquina de la mano de tres grandes Chefsin que reivindican el producto de la isla en cada uno de sus platos: Víctor García, desde el Hotel Cap Rocat, Benet Vicens, desde Bens d’Avall y Maria Solivellas, desde Ca na Toneta.
Ninguno de los tres conoció hasta el último momento la identidad de la exprimera dama, así que la sorpresa fue máxima. Después, todo lo que destaca, es la normalidad ya que se ofreció a los comensales la carta habitual del restaurante.
Para Maria Solivellas fue una sorpresa y un honor recibir la visita de Michelle Obama y más cuando llegó de la mano de James Costos que conoce bien su restaurante de Caimari, galardonado con un Sol Repsol y una distinción Bib Gourmad de la Guía Michelin. La exprimera dama pudo descubrir así uno de los parajes interiores de la Serra de Tramuntana del que la chef se siente muy orgullosa. Los comensales ocuparon la terraza de Ca na Toneta donde destaca el color blanco de las paredes encaladas y las pinturas galácticas e irreverentes de Albert Pinya que ponen color sobre ellas.
En su carta, Maria tenía ese día, entre otros platos, coca de calamares y llampuga con pimientos, un plato mallorquín muy típico de finales de verano. Para ella fue una satisfacción recibir a la exprimera dama a quien admira por sus valores y su difusión de la educación, la salud y la alimentación sana.
Seguro que debieron maravillar a Michelle Obama las vistas del restaurante Bens d’Avall que dirige la familia Vicens, con Benet Vicens en cocina y su mujer, Cati Cifre. De hecho, no hay día que el propio Benet en su página de Facebook no muestre un atardecer desde la terraza de Bens d’Avall, en las montañas de Sóller, con una vista excepcional de la Serra de Tramuntana reflejada en el mar de la costa norte de Mallorca.
En Bens d’Avall brillan dos Soles Repsol. A Benet le identifica «una cocina de pocos ingredientes pero sutil, el refinamiento máximo de lo sencillo pero con el sabor inmaculado, fijado sobre una reflexión inteligente, finalmente con una técnica envidiable teniendo en cuenta el momento… sin trampantojo, roner, vacío, pacojet o cualquier otro truco de magia actual que impera en las cocinas», según sus palabras. Cambia la carta cada temporada: primavera, verano y otoño. En esta confesión del chef podéis ver cómo ha sido el menú de este verano de 2017.
En Cap Rocat, Michelle Obama comió en el Sea Club, el restaurante más informal del hotel donde destacan los arroces y los pescados y carnes a la brasa, todo sin demasiados aderezos y con un respeto total hacia el producto, como le gusta al chef Víctor García. El Sea Club destaca también por su ubicación, sobre el acantilado y la playa y con unas preciosas vistas sobre la bahía de Palma. De hecho, no hay nada que no maraville en este increíble hotel que antiguamente era un fortín militar excavado en la roca y que ha sido reformado y diseñado de una forma exquisita y sorprendente. Además de dirigir el Sea Club, Víctor García dirige el restaurante gastronómico La Fortaleza, destacado con un Sol Repsol, donde presenta dos tipos de menú degustación que son un verdadero paseo por Mallorca.
Destacó la discreción en el viaje de Michelle Obama. En breve sabremos si se ha convertido en una auténtica influencer de la gastronomía mallorquina.
