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- Dificultad: fácil. En coche para llegar a cada municipio y a pie por dentro de cada población.
- Duración: un día si se visitan todos los puntos.
- Longitud: 70 Km, aproximadamente, desde Palma hasta Alcúdia, que son los dos puntos más distantes.
- De interés: poder realizar un recorrido histórico por uno de los conflictos más relevantes que vivió la isla y que implicó a toda la sociedad mallorquina. Esta revuelta, sucedida durante el reinado de Carlos I, supuso claramente un antes y un después en la historia de Mallorca.
- Municipios que incluye: Palma (Castell de Bellver, Plaça de Cort, Porta de la Conquesta, Monestir de la Real), Marratxí, Santa Maria del Camí, Consell, Binissalem (estos cuatro municipios forman parte del trayecto que siguieron las tropas imperiales en su camino hacia Ciutat), Inca (iglesia parroquial y mercado), Alcúdia (recinto amurallado), Sa Pobla (centro del pueblo), Pollença (plaza mayor e iglesia de Nostra Senyora dels Àngels).
- Chefs(in) en la ruta:
- En Palma:
- Restaurante Arume, del chef Tomeu Martí
- Marc Fosh Restaurant (1 estrella Michelin, 1 sol Repsol), del chef Marc Fosh
- Adrián Quetglas Restaurant (1 estrella Michelin), del chef Adrián Quetglas
- Cuit, del chef Miquel Calent
- Aromata (1 sol Repsol), del chef Andreu Genestra
- En Inca:
- Joan Marc Restaurant, del chef Joan Marc Garcias
- Celler Can Amer, del chef Tomeu Torrens
- Cerca de Inca:
- En Lloseta, Santi Taura Restaurant y Dins Santi Taura (2 soles Repsol), del chef Santi Taura
- En Lloseta, Tomeu Lassio Restaurant, del chef Tomeu Lassio
- En Selva, Miceli, de la chef Marga Coll
- En Caimari, Ca na Toneta (1 sol Repsol), de la chef Maria Solivellas
- En Llubí, DaiCa, de la chef Caterina Pieras
- En Palma:
Les Germanies (1521-1523) fue el conflicto social más violento que ha vivido la sociedad mallorquina en los últimos quinientos años. Inicialmente, sus objetivos fueron poner fin a la corrupción del gobierno del Reino dominado por la aristocracia, resolver el acuciante problema de la deuda pública que asfixiaba la economía mallorquina y reformar, haciéndolo más justo, el sistema contributivo.
Pero lo que en principio fue un movimiento reformista acabó por convertirse, en la práctica, en una forma de gobierno alternativa que, aunque seguía reconociendo la autoridad de Carlos I, hizo caso omiso de sus órdenes de restablecer la legalidad vigente y se dedicó a perseguir —no faltaron los asesinatos- a los disconformes con la Germanía que, como resultaba previsible, acabó siendo ilegalizada por el emperador, que restituyó su autoridad por la fuerza de las armas, enviando a Mallorca un ejército que desencadenó la peor matanza jamás vivida en Mallorca desde la conquista del rey Jaime I en 1229.
La revuelta, gestada en la ciutat de Mallorques (Palma), se extendió a toda la isla y, en consecuencia, abrazó toda la geografía mallorquina.
