Tras el post ‘La mesa de Nochebuena‘ ahora viene el post de la mesa de Nochevieja. Manuel Pérez jefe de sala de Bou Restaurant (1 estrella Michelin) fue quien asistió esta vez a #algosecocinaenIKEA para ofrecer con mucho detalle cómo montar la mesa para cada una de las fechas señaladas.
Para la mesa de Nochevieja, Manuel ha propuesto un montaje sobrio y elegante. El sumiller insiste en que el montaje debe hacerse con distinción. Es una noche donde todos los comensales, normalmente, se visten con sus mejores galas y en su conjunto se consigue crear un ambiente de lujo.
En esta ocasión las copas son altas en consonancia con el centro de mesa. Ganamos altura con una velas esbeltas blancas en su portavelas igualmente alto y transparente. Manuel aconseja que todos los elementos sean altos y finos ya que siempre se han interpretado como la elegancia.
Es importante también el color de los manteles y de la vajilla. En la mesa de Nochevieja no hay tanto colorido como en las mesas de cualquier otro día de fiesta. Esta vez hay tres colores que reinan: el gris, el blanco y el plateado. Una vajilla blanca con cuatro piezas (el plato pequeño para el pan, un cuenco para el entrante, el primer plato y el segundo plato); una cubertería color plata (que se colocan de fuera hacia adentro según el orden de uso de los cubiertos) y un mantel gris sobre uno blanco.
El resto de elementos decoran la mesa, como las uvas que insinúan al comensal que es Nochevieja, además de aportar ese toque de color a la mesa. Un portavelas a cada lado, de menor dimensión que no ocupe el espacio que queda libre. Y para esta ocasión Manuel aconseja no servir toda la comida encima de la mesa, sino ir sirviéndola así como se va comiendo.
Para el jefe de sala lo importante es conseguir que cada detalle, además de todo lo que complemente una mesa, esté ordenado, limpio y perfecto para el comensal.