Siempre vinculado a Santi Taura, Jaume Comas ha crecido, digamos, con un hermano mayor del que ha aprendido muchas cosas que no se aprenden en clase.

El cilantro, los chiles y la canela son algunos ingredientes con los que se define Jaume Comas.

Empezó en la cocina tras un cruce de cables ya que dejó los estudios de ingeniería electrónica para experimentar con los fogones en la EHIB. Su familia se quedó en shock con su decisión pero a día de hoy disfrutan de sus pecados gastronómicos.

En la cocina, donde más que trabajar se divierte mezclando y apostando por una comida desenfadada. No deja indiferente a ningún paladar y despierta todos los sentidos, desde el tacto donde los cubiertos la mayoría de veces son los propios dedos, el olfato mediante los cítricos recién rallados y las hierbas frescas ayudan a que la vista se recree en la variedad de colores y te llevan a querer degustar los sabores intensos y especiados que van acompañados de los elementos crujientes que no dejan indiferente al oído para hacer que la experiencia lleve a “disfrutar comiendo” siendo su máxima prioridad para el cliente.

Mediante, currys, tacos, cocas y una gran variedad de platos de todos los rincones del planeta que a él mismo le hacen disfrutar del placer de comer, sin olvidar el producto local y las temporadas dos elementos clave para obtener los mejores sabores.

De su trayectoria profesional destacan dos nombres: Emilio Castrejón y Santi Taura. Ambos han aportado a Jaume muchísimo aprendizaje y lo han llevado por diferentes mundos culinarios tras lo que poco a poco ha ido definiendo su tipo de comida.

Emilio le adentró a un mundo más allá de las fronteras mallorquinas descubriendo gastronomías diferentes como la asiática o la mexicana. Y Santi le devolvió a las raíces de la cocina mallorquina descubriéndole una cocina más tradicional y elaborada. Además de los estilos de cocina también aprendió de ellos autoexigencia, el trato del producto, cómo hacer sentir al cliente como en su casa y muchos más valores que pueden pasar desapercibidos pero que son esenciales para poder llegar a ser un gran profesional.

Dirigió un proyecto “Xino’s Atico Lounge” donde desarrolló su estilo de cocina sencilla en apariencia pero compleja en esencia con total libertad, intentando hacer que el comensal viaje por los diferentes rincones del planeta mediante la diversidad de sabores de los diferentes platos, sin necesidad de que se levante de la silla.

Decide volver finalmente con Santi Taura en Lloseta como jefe de cocina, con quien ya había pasado 5 años atrás llenos de experiencias enriquecedoras.