El principal ingrediente secreto de nuestro hidden kitchen es el lugar en el que colocamos la cocina. Buscamos sitios originales y sorprendentes, donde pocas veces -o ninguna vez, como en este caso- se haya cocinado antes. Así, conseguimos generar emoción y diversión entre los comensales, pero también descubrirles lugares y rincones de las islas.
Con estas premisas, escondimos la cocina en el Museu del Calçat i de la Pell de Inca, un lugar que acogió la colección de fotos Food & Foot y que para nosotros ya tiene algo de gastronómico. Aquí se encontraron los 24 comensales del hidden kitchen que fueron recibidos por los chefs Marta Rosselló y Fran Vicente, compañeros y rivales en el programa TopChef.
La propuesta de ambos chefs comenzó con un snack de almendras mallorquinas caramelizadas con sal de cocó y aceite y unos aperitivos de setas y mejillones ahumados, mini ensalada de raya marinada, chupito de caldo de hinojo y esferas de apio-nabo, y mini escabeche de verduritas y jurel.
Fue el momento de otro descubrimiento para muchos: los nuevos refrescos de Pep Lemon y Pep Cola y las cervezas artesanas de Beer Lovers. Producto elaborado y mimado en Mallorca. ¿Habían estado alguna vez en un museo cómo éste?
Llegó el momento de los entrantes. Sobre la mesa, rojo de Navidad y hormas de zapatos 100% de la comarca de Inca.
Comenzó Fran Vicente con una crema de maíz con remolacha y le siguió Marta Rosselló con su plato de nueva creación bautizado como «El bosque». Los principales: salmonete ibérico de Marta y pichón con su estofado de Fran.
Los platos estuvieron maridados con vinos de Bodega Biniagual. Los más puristas se rindieron ante su Verán Rosat y todos aplaudieron el Finca Biniagual Verán, un excelente tinto de Manto Negro, Syrah y Cabernet Sauvignon. El colofón lo puso el Dolç, 100% Muscat de Alejandría.
Pero aún había tiempo para más descubrimientos. Después de una cena como ésta, ¿teníamos que ofrecer un café solo o un simple cortado? La respuesta nos la dio Marabans cuyo coctelero Joan Vives vistió el café con crema de vainilla.
A punto para el final aún quedaba una sorpresa. Cada uno de los comensales recibió una botellita de aceite Son Pons de Quely y una bolsita de sal de cocó recogida por el abuelo de Marta de las rocas de la Colònia de Sant Jordi. Se nos ocurre que ambos ingredientes debieron formar parte de más de un desayuno de domingo.
Gracias, Marta y Fran por vuestra profesionalidad y simpatía. Fran marchó a Salamanca con su delantal de Chefs(in) y su botella de aceite en la maleta.
Gracias a quienes os apuntasteis a esta propuesta casi con los ojos cerrados.
Así es un hidden kitchen by Chefs(in): sorpresa, generosidad, proximidad, sabor, color, diversión, amistad, compartir… ¿Quieres apuntarte al próximo? Apúntate a nuestra newsletter y permanece atento.