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Cuando se anunciaron los nuevos galardones Sol Repsol 2024, el pasado 4 de marzo, los primeros sorprendidos fueron los integrantes del equipo de Sala de Personal. “Somos una coctelería. ¿Estos premios no se daban a restaurantes?”. No sólo a restaurantes, cabría añadir.
Porque ellos son mucho más que una coctelería. Y su propuesta de omakase de cócteles maridados con un menú de seis pasos ha llamado la atención más de lo que imaginaban desde su apertura hace algo más de un año.
Y porque lo de Brut, que también se ha alzado con el galardón, podría considerarse una opción de comida poco convencional: en la barra, aprovechándolo todo, con producto solo local y (casi) cero residuo.
Hay más premios este año en las Baleares, y nosotros nos alegramos mucho por Omakase by Walt, en Eivissa, y Es còdol foradat, en Formentera. Pero aplaudimos un poco más fuerte a Matías Iriarte, Borja Triñanes, Nahuel Arbiza y Diego Olivera, por su propuesta más allá de los estándares de lo clásico: en local, vanguardia coctelera, servicio, innovación, determinación, cabezonería, sonrisas, gastronomía inesperada y mucho amor por lo que hacen. Y por Edu Martínez y su equipo, por un concepto que demuestra que la innovación no sólo está en cómo se cocina, sino en dónde se sirve, qué se cocina, qué se deja germinar, fermentar, cuajar, licuar y, sobre todo, disfrutar.
Enhorabuenas, así, en plural, muchas a ambos (a todos los premiados, en realidad), por el trabajo hecho y el camino recorrido. Seguiremos sintiendo devoción por esas mentes pensantes y esas manos inventoras, cocineras y de las que son capaces de creer en lo que hacen y servirlo en un plato para el disfrute de todos. Gracias.
