A Benet Vicens sus colegas de profesión le llaman ‘maestro’. No porque sea el mayor, si no porque es el más sabio. Un hombre tranquilo que sabe lo que quiere, que disfruta con lo que hace y que recibe la energía positiva de su familia y de la Serra de Tramuntana.

Dice Benet Vicens que «de nada sirve cumplir años para un negocio donde el reto es diario. Donde cada día te lo juegas todo. Es la magia, la sorpresa y la felicidad lo que importa. Deseamos seguir. Deseamos compartirlo…». Y así su Bens d’Avall de Sóller ha cumplido los 40 años, de cara al mar inmenso, azul y brillante de la costa norte de Mallorca, con el espíritu del merendero que fundaron sus padres en 1971.

Benet Vicens comenzó a cocinar con sus padres en ese merendero que ofrecía al turista menús y postres caseros. Marchó a aprender a Francia, un país hermanado con Sóller por tradición comercial y por las migraciones. Con el tiempo se centró en la cocina balear y su renovación, apostó por el menú degustación en su restaurante incorporando nuevas técnicas a su cocina… Hasta el momento actual cuando ha clavado los ojos y los fogones en los productos de la tierra, ingredientes de temporada y de calidad y un regreso al concepto de restaurante más familiar y personal que le ha valido los reconocimientos Sol Repsol y Bib Gourmand.

Este es su currículum a grandes rasgos pero en Chefsin podemos añadir también -y volviendo al principio- que Benet Vicens es un hombre cálido, sonriente, agradecido, trabajador, que provoca seguridad y confianza a quien está a su lado. Es un maestro.