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Los cursos de cocina en Mallorca #a4Manos, que organizamos desde Chefsin en la Escola d’Hoteleria de les Illes Balears, reciben este nombre porque los imparten dos chefs que, juntos, enseñan a los alumnos una serie de recetas. Pero, en realidad, son muchas más que 4 las manos que se necesitan para poder llevar a cabo con éxito estos cursos, que ya están en su quinta edición.
A veces son 4 más, a veces puedes ser 6 y, algunos días, incluso llegan a ser 8 las manos de los alumnos de la EHIB que hacen prácticas de cocina y sala durante los cursos #a4Manos. Ellos son una parte esencial de estos cursos de cocina, que no serían lo mismo sin su colaboración. Son alumnos que actualmente están formándose en la Escola d’Hoteleria y que ven en los cursos #a4manos una oportunidad para seguir formándose a la vez que aprenden de primera mano de los mejores chefs de las Islas Baleares. Algunos, incluso, han extendido las prácticas más allá del aula, adentrándose en las cocinas y salas de los restaurantes de algunos chefs.
Es, por ejemplo, el caso de Victòria Rosselló, alumna de segundo curso de Especialista en Cocina y Restauración. No es la primera vez que Victòria colabora en los cursos #a4manos, que este verano pasado le sirvieron para meter un pie en la cocina del Restaurante Arume, donde estuvo haciendo prácticas con el chef Tomeu Martí, incluso ayudándole a preparar el Peccata Minuta de Chefsin en el golf Son Vida. «Me gustó mucho la experiencia y me lo paso genial antes, durante y después de cada curso. Aprendo mucho, y hay muy buen rollo entre todos. Veo cómo trabajan los chefs, muchas maneras de cocinar e ingredientes diferentes. La experiencia del Peccata Minuta fue muy agradable.»
Max Gayà es otro de los alumnos de la EHIB que este año colabora con los cursos #a4manos. Como su compañera Victòria, es alumno de segundo curso y este verano también ha estado haciendo prácticas en un restaurante. En su caso, con el chef Víctor García, en el hotel Cap Rocat. Una de las cosas que mejor valora Max de hacer prácticas en estos cursos de cocina es «poder preguntarle las dudas directamente a los chefs. Colaborar en estos cursos es una manera de aprender de los profesionales, ver cómo se organizan y tener contacto de primera mano.» Max todavía no ha decidido en qué se va a especializar, si en cocina o sala, aunque tiene más números la segunda opción. De momento, tiene clara una cosa: «este año me gustaría hacer prácticas en sala. Por ejemplo, en Es Tast de na Sílvia, porque me gusta su cocina y… me gustan las fiestas de San Joan 😉 .»
Colaborar en estos cursos de cocina supone un esfuerzo añadido para los alumnos de la EHIB, que a las horas de clase y de estudio en casa, tienen que sumarle las horas de los cursos. No sólo las 3 horas que dura cada curso de cocina, sino alguna más. Porque los alumnos colaboradores están desde muy temprano ayudando a preparar los materiales para el curso, y son prácticamente los últimos en marcharse cuando termina la clase. Se quedan a recoger y limpiar, para que el aula quede lista para las clases del día siguiente. Lo sabe bien Valentín Pérez, que, pese al esfuerzo que conlleva ser alumno colaborador, no duda en animar al resto de compañeros: «Recomiendo a mis compañeros que se apunten. Es una manera de aprender y de hacer contactos. Una de las cosas que más me gusta es la cercanía con los chefs, algo vital para adquirir experiencia.» Valentín, a quien le gustaría especializarse en cocina tradicional mallorquina, nos hace una confesión: «me gustaría hacer prácticas con el chef Víctor García.» ¿Oído cocina?
Victòria, Max y Valentín son tres de los muchos alumnos de la EHIB que colaboran y hacen posible que los cursos de cocina #a4manos funcionen tan bien. ¡Gracias a todos, chicos!
