Magdalena Pol es la madre de Santi Taura y el plato preferido del chef son las sopas mallorquinas que ella prepara. «Comería un plato de sopas de mi madre cada si pudiera». Sin embargo, Santi no se hizo cocinero inspirado por la forma de cocinar de su madre si no porque “quería estudiar algo diferente de los demás».
Ahora con los años, reconoce que la cocina de su madre es una influencia. Utiliza mucha verdura, cocina ligero sin grasas innecesarias, prefiere el aceite de oliva a la manteca. Su comida es de sabores y recuerdos; los sabores de los platos familiares y los recuerdos del campo mallorquín donde él vivía y donde siguen viviendo sus padres. “El mejor regalo es que en el restaurante me digan que mi comida les recuerda a la comida de su abuela o de su madre”.
Magdalena y Santi tienen en común dos cualidades: son optimistas y serviciales. “Aunque mi madre me dice muchas veces que soy igual que mi padre”. Y entre los consejos maternos, destaca uno, que no siempre es fácil llevar a cabo: “Vida sólo hay una; no trabajes tanto”. Por cierto, Santi, ¿ya te ha enseñado tu madre a preparar sus panades?
Con la colaboración de Vinamica, Makro y el artista Pep Guerrero.