La quinta Guía Transfer Class by Chefs(in) suma 8 nuevos restaurantes

A las 20 horas de ayer, lunes 7 de abril, en el Teatre Mar i Terra de Palma, con la puntualidad de y el rodaje de la cocina de uno de sus restaurantes, los más de cincuenta chefs que participaron en el acto ocupaban sus asientos para que comenzara la gala de presentación de la Guía Transferclass by Chefs(in) de restaurantes y coctelerías de Baleares, 2025-2026. Era la quinta vez que semejante número de personalidades del mundo de la gastronomía se daban cita en un mismo escenario. Y la vez con la que más novedades y representación de todas las islas ha contado. Lo cual nos hace, para qué negarlo, muy felices. 

Porque tener ocho nuevos nombres que sumar a los sesenta locales que cumplen nuestros parámetros es la confirmación que la guía es ya un referente en la gastronomía del archipiélago, es algo de lo que estar considerablemente orgullosos. Pero, sobre todo, que las edades de sus chefs ronden los treinta es, no sólo una tendencia, sino la demostración que a la cocina de las Baleares todavía le queda mucho que decir. En Mallorca, L’Àtic, de Juan Pinel, Little Jarana, de Abraham Artigas, Ocre, de Àlvar Albaladejo y Carlos García, Óseo, de David Morillas, Quadrat, de Àlvar Albaladejo y Carles Forteza, y Saba, de Juan Carlos González; y en Menorca, Aquiara, de José María Borrás, y Pez Limón, Elena Angosto y Héctor Gallego, son los nombres que, desde principios de abril, y tanto por su novedad como por su personalidad, creatividad, amor por el producto, buen hacer y mejor cuidar de sus menús y a sus comensales, tenemos el auténtico placer de haber añadido a nuestro grano de arena a lo que se cocina en las islas.

Pero no sólo de nuevos nombres se nutre la guía. Este año, uno de los miembros más antiguos de Chefs(in), Miquel Gelabert, subió al escenario para recoger la mención especial que la marca le ha querido brindar para añadir a la celebración de los cien años de Ca’n March, el local que regentaban su abuela y su madre, en Manacor. Porque atravesar un centenar de temporadas y pasar de Fonda Ca’n March a restaurante gastronómico no es sencillo, aunque sí satisfactorio. Su cocina, tan pasional como tradicional y creativa, se construye desde la memoria sensorial. Comer, beber, amar. Toda una declaración de intenciones y emociones.

Además, se entregó un nuevo distintivo físico con la letra (g), símbolo de la guía, a los 68 integrantes. Y para su diseño, de nuevo, se ha seguido la tradición de escoger el Color del año según Pantone, este 2025, el Mocha Mousse. 

El acto, presentado por las sabias voces de los periodistas de Deacorde Alberto Fraile y Aina Serra, contó la presencia de representantes del sector hotelero y de hostelería, además del conseller de Empresa, Empleo y Energía del Govern, Alejandro Sáenz de San Pedro, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, y el conseller insular de Turismo de Mallorca, Marcial Rodríguez.  Y, para que no fuera todo palabras, T-Mark The Project le pusieron música, con dos versiones de Con las manos en la Masa, de Joaquin Sabina, y Cocinero, cocinero, de Antonio Molina. Todo queda entre fogones.