El maridaje es una parte muy importante a la hora de disfrutar de una buena comida. Por ello, nos acompaña en cada uno de los cursos #a4manos Vinamica, una empresa especializada en la asesoría, venta y distribución de vinos, que se caracteriza por escuchar las inquietudes y gustos de sus clientes para conseguir el placer de disfrutar de un buen vino desde el momento de la compra. Javier Pons, uno de los fundadores de la empresa, suele ser el encargado de explicar a los alumnos del #a4manos la nota de cata de cada uno de los vinos que acompañan el menú.
Para este último curso que llevamos a cabo con los chefs Marta Rosselló (resurante Sal de Cocó) y Andreu Genestra (restaurante Andreu Genestra) en la Escola d’Hoteleria de les Illes Balears, Vinamica seleccionó los vinos adecuándose a la temática: cerdo negro mallorquín. Pero no sólo se fijó en la comida si no en el carácter de los propios chefs: dos jóvenes cocineros, muy identificados con Mallorca y también muy innovadores en sus creaciones. Por eso escogió vinos mallorquines, autóctonos y modernos, es decir, vinos con elegancia que representan la tierra de donde provienen.
Comenzó con Can Verdura Negre, un vino D.O. Binissalem, 44% Mantonegro, aromático suave y con sabor a taninos dulces. Este vino acompañó el primer plato de Andreu Genestra, frito mallorquín de sesos y canelón de caldo de cochinillo, pues al tratarse de una comida con alto contenido en grasas es recomendable contrarrestar ese sabor tan intenso con un vino como éste, con poco cuerpo y con una acidez refrescante.
Para maridar el segundo plato que cocinó Marta Rosselló, guiso de manitas de cerdo y gambas, Vinamica seleccionó un vino espumoso de elaboración propia, Raor Brut Nature, 60% Parellada, D.O Pla i Llevant. A la hora de crearlo, en Vinamica buscaron algo parecido al champán francés pero con unas burbujas más finas. La idea era innovar y encontrar un vino que no se hubiera hecho antes en la isla. Raor es ideal para acompañar con cualquier comida típica mallorquina, a pesar de que los vinos espumosos suelen combinar muy bien con cualquier plato. En esta ocasión el vino espumoso seleccionado se sirvió para el plato de mar (gambas) y montaña (cerdo).
La tercera muestra fue el vino Angel, un vino con mucho cuerpo, 100% syrah, Vi de la Terra de Mallorca, creado por un estadounidense en suelo mallorquín. Este vino acompañó al tercer plato contundente que preparó Andreu Genestra, lengua con alcaparras y consomé de sopas clarificado con sangre y alcaparra dulce.
Como toque final, los alumnos pudieron degustar junto al bocado dulce de Marta Roselló, orellanes con fruta en ensalada, un vino de J. L. Ferrer, 100% Moscatel: Veritas Dolç. Se trata de un vino ligero y sutil que aporta sensaciones afrutadas y melosas, muy adecuado para el postre de este #a4manos.
Todos los alumnos del #a4manos tienen la suerte de poder unirse al CLUB VINAMICA & CHEFS(IN) para degustar los vinos del curso en casa, por un precio inferior al de la tienda y con entrega gratuita a domicilio.