Cuatro islas, cuatro chefs principales… La gastronomía como reclamo turístico en la ITB de Berlín, una de las ferias turísticas más importantes de Europa.
Allí estuvimos, representando a Baleares con:
- José Miguel Bonet, por Ibiza, chef del restaurante Es Ventall, ubicado en Sant Antoni
- Marc González, por Formentera, chef del restaurante Can Toni, en el Pilar de la Mola.
- Fernando Pérez Arellano, por Mallorca, chef estrella Michelin del restaurante Zaranda, ubicado en el Castell Hotel Son Claret, en Calvià, quien estuvo acompañado por Claire Hutchings, de su equipo del Zaranda.
- Y Joan Bagur, por Menorca, chef del hotel rural Morvedra Nou de Ciutadella.
Fueron dos días intensos de contacto con turoperadores, periodistas y blogueros alemanes, autoridades y agentes turísticos… perfectamente organizados por la Agencia de Turismo de las Islas Baleares.
Todos sabemos que las Islas Baleares tienen mucho que ofrecer, y desde Chefs(in) trabajamos para que la gastronomía sea uno de los motivos del viaje.
Si os explicamos las tapas que ofrecieron los chefs en Berlín entenderéis que hablamos de mucho más que comida o cocina.
José Miguel Bonet, presentó una ensalada líquida de «espardenya» escabechada, un marisco típico del Mediterráneo, semejante a un «pepino de mar». Su base era una ensalada líquida de hojas verdes, rematada con el color rojo del pimentón de «tap de cortí», de Especias Crespí, autóctono de las islas. Como un cuadro de Joan Miró y su influencia paisajística mediterránea, José Miguel unió tradición y vanguardia.
Marc González presentó un ‘falso frito’ de pulpo de Formentera. La tradición del ‘frito de mar’ reinterpretada en un ‘falso frito’ y el fondo de pimentón autóctono nos ayudan a interpretar la pasión que el cocinero usa para transmitir color y notas de mar en el lienzo en el que se convierte su plato.
Con los mismos ingredientes, el artista-cocinero puede inventar mil platos… y eso es lo que hizo el chef Fernando P. Arellano con el pulpo, el ajo y el pimentón. Interpretó el tradicional ‘all i pebre’ y presentó un excepcional y delicioso carpaccio de pulpo crujiente.
Los grandes cocineros saben crear nuevos sabores y texturas partiendo de la sabia y rica cocina tradicional. El chef menorquín Joan Bagur lo conoce bien, y en Berlín elaboró una delicada ‘borrida de bacalao’ que fue un plato pobre en otros tiempos en la isla y que mezcla el potente sofrito payés con excelentes platos de pescado.
En una buena mesa siempre hay un buen vino. Y en esta ocasión, el escogido fueron el blanco y el tinto de Vinyes Mortitx, una bodega situada a 390 metros sobre el novel del mar en el increíble paraje de la Serra de Tramuntana. Variedades como Syrah, Merlot, Cabernet Sauvignon o la tradicional Malvasía dan luminosidad y sabor a sus vinos.
La buena comida provoca sensaciones. Y estamos seguros de que todos los que probaron las propuestas de los chefs se las llevaron consigo.